Leía en la mañana de hoy, en Santiago 1:6-8) que dice:
"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos".
Mientras haya duda, habrá doble ánimo y así nada vamos a recibir del Señor (Santiago 1:6-8).
La voluntad de Dios fue darnos la vida y Jesús nos dio la victoria desde hace 2000 años, cuando con su muerte en la cruz y su resurrección al tercer día, vencio la muerte, toda enfermedad o situación, nos dejó sus promesas y al Espiritu Santo como muestra de ese amor.
Si creemos en él y sus promesas, ya hemos sido sanados por Jesucristo. Por eso aseguro que la sanidad es una promesa para mi, que estoy en recuperación constante y cuento las maravilllas de Dios en mi vida.
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